Una de las pocas cosas en las que podríamos ponernos de acuerdo respecto al impacto positivo de la pandemia COVID 19 es que aceleró la transformación digital para muchas empresas que hasta hacia poco se habían resistido a migrar sus métodos de trabajo hacia plataformas en línea.
Hasta hace algunos meses existían un sin número de mitos que jefes, colaboradores y miles de personas hemos tenido que poner a prueba como son:
- el trabajo a distancia baja la productividad,
- sin supervisión los colaboradores hacen lo que quieren,
- no se puede trabajar eficientemente en equipo sin reunirnos,
- los verdaderos acuerdos se hacen cara a cara, entre otros.
El reto está en desaprender…
Más que la dificultad de utilizar las nuevas tecnologías, actualizar los procesos o el tiempo que podría requerir el dominio de éstas, el verdadero reto para dar el salto a una era completamente digital ha sido el soltar lo conocido y entender que la vida no volverá a ser lo que fue.
Piénsalo un poco, la urgencia de la situación nos obligó a actuar casi de inmediato, pero realmente ¿cuánto tiempo tardaste en aceptar la nueva realidad e incluso dominar nuevos programas o aplicaciones para adaptarte a la situación?
La transición no ha sido fácil en las empresas, la cultura organizacional está sufriendo una fuerte transformación en su comunicación, negocio, trabajo diario y estructura encontrando nuevos retos día a día para seguir en la batalla de la supervivencia, donde la clave de la adopción efectiva está en desaprender para dar lugar a un nuevo aprendizaje.
No ha sido fácil enfrentar este cambio ya que la resistencia sigue acompañándonos, seguimos buscando los caminos que en algún momento nos funcionaron y sentimos que más que ganar estamos perdiendo.
¿Por qué nos resistimos al cambio?
Lo primero que debemos tener en claro es que es totalmente natural encontrar esta resistencia, ya sea por desconocer los resultados efectivos de estos cambios, porque lo nuevo lo relacionamos con algo complejo y sobre todo porque somos seres de hábitos, es decir, generamos rutinas que nos permiten cubrir nuestras necesidades sin necesidad de realizar un análisis y por tanto sin gastar energía.
Si ya funciona, ¿por qué cambiar? Pues bien, que en un tiempo nos funcionó no quiere decir que aplique para este momento, por lo que es necesario darnos cuenta de que debemos hacer un cambio de hábitos para enfrentar nuevos retos, sin morir en el intento.
Entonces… ¿Cómo “desaprender” algo tan arraigado como los hábitos?
Definitivamente desaprender es un proceso que requiere de un análisis a nivel individual pero también colectivo, porque recuerda que las organizaciones compartimos hábitos, por lo que es importante que, si buscas realizar un cambio efectivo a hábitos de productividad el acompañamiento profesional siempre será primordial para obtener resultados visibles, que te permitan ser consciente para posteriormente adoptar el cambio.
Aquí te comparto 4 consejos que te pueden ayudar.
- Identifica el hábito que tienes hoy. Realiza un análisis de tus hábitos, en qué consisten.
- Reconoce cuál es la necesidad que está cubriendo. Identifica los resultados que estás obteniendo con este hábito y sé honesto contigo, ¿realmente te está favoreciendo? ¿es el camino correcto para obtener lo que requieres? ¿existe otra manera de lograr un mejor resultado de manera distinta?
- Realiza un cambio de rutina. Identifica cuáles son esos nuevos pasos que debes seguir para obtener el resultado esperado, recuerda que esto es un tema de disciplina y constancia
- Reconoce la recompensa que obtienes al cambiar. Al principio tal vez te cueste un poco de trabajo, pero una vez que identifiques la recompensa que te da un nuevo hábito, como puede ser, optimización de tiempo, facilidad para comunicarte, mejorar procesos, tener una colaboración más efectiva, etcétera, lo adquirirás y llegará un momento en que simplemente será parte de ti.
Como vez el cambio es un proceso y es natural resistirnos. También es natural defender nuestro expertis y habilidad, pero las ventajas de dar oportunidad a lo nuevo son mucho más atractivas y fructíferas, solo piensa un poco ¿cuál fue la última actividad que descubriste que podías realizar más rápido? ¿cómo lo descubriste? ¿te imaginas en cómo sería de sencillo tu trabajo si pudieras optimizar todas tus actividades?