Es común encontrar en las organizaciones que una gran parte de los procesos o actividades que se realizan pueden simplificarse o mejorarse, incrementando así la productividad y reduciendo costos, generando así una mayor competitividad.
A través de la filosofía LEAN podemos detectar aquellas actividades que no agregan valor a las actividades o servicios que brindamos al cliente, incluso estas actividades pueden llegar a frenar o retrasar resultados e incrementar costos.
De acuerdo con Taiichi Ohno, fundador de esta filosofía, un desperdicio es cualquier otra cosa que no sea la cantidad mínima indispensable de máquinas, materiales y tiempo del personal.
Al llevar a cabo este ejercicio de repasar a fondo los procesos que se realizan en la organización, podemos detectar aquellas actividades que están frenando la productividad o que podrían mejorarse u optimizarse para reducir costos.
Podemos detectar actividades que no agregan valor al conocer los 7 tipos de desperdicios:
1.Transportación
Este defecto implica que una actividad, servicio o información utiliza más movimientos de los que realmente necesita.
2.Inventario
Tener un inventario de cualquier material superior al mínimo requerido para trabajar.
3.Movimiento
Realizar movimientos innecesarios que no agregan valor al cliente e incluso pueden incrementar riesgos de daño o económicos.
4.Espera
Tener empleados inactivos en espera de material o toma de decisiones para dar el siguiente paso.
5.Sobre-procesamiento
Actividades redundantes o exceso de burocracia pertenecen a este tipo de desperdicio.
6. Sobre-producción
Producir más o más rápido de lo que requiere el proceso o el cliente.
7. Defectos
Cuando un producto o servicio no cumple con las especificaciones existe un riesgo de re-trabajo o un costo extra por inspección y verificación.
Si quieres conocer más de los 7 desperdicios de LEAN con ejemplos, te invitamos a visitar nuestro canal de YouTube.
Además, si te gustaría realizar un diagnóstico te compartimos este checklist con preguntas clave que te ayudarán a identificar estos desperdicios en los procesos o actividades de tu organización, especialmente en áreas administrativas rompiendo así el mito de que LEAN es únicamente para la operación.
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