“La esperanza de vida promedio de las empresas en México es inferior a los 10 años, 8 para ser más precisos” de acuerdo con datos del INEGI.
Sin embargo, y por contradictorio que parezca, superar este hito es el inicio de la carrera, ya que entre más longeva se vuelve una empresa, mayor es su probabilidad de mortalidad y riesgo de obsolescencia.
Para todo líder de hoy, la única certeza es que durante esta primera década los cambios seguirán de manera acelerada y el gran reto siempre viene en el “¿cómo lograr enfrentarlos?”.
A lo largo de la historia, el mundo ha sufrido grandes cambios y son las empresas que se mantienen vigentes y han dado la vuelta a la situación generando valor hasta el día de hoy probando que frente a la crisis la estructura y metodología son clave.
Una herramienta que ha demostrado su efectividad en el liderazgo es implementar una cultura de mejora continua, término que está presente en la metodología LEAN que ha demostrado ser de gran impacto en diferentes sectores.
¿Cómo logras una cultura de mejora contínua?
Primero, es importante entender que la cultura de tu empresa está definida por una serie de elementos orgánicos que, como todo, pueden perfeccionarse. Entre muchos otros, se encuentran tu liderazgo, así como los hábitos de colaboración y de trabajo de los miembros y de todo el equipo en conjunto.
En nuestra experiencia trabajando con múltiples y variados equipos de todo tipo de sectores podemos asegurarte que aun cuando modifiques algunos otros elementos de tu cultura organizacional, si no modificas los hábitos que son el corazón de tu equipo difícilmente los cambios se vuelven relevantes a largo plazo.
Técnicas LEAN para “trabajar inteligentemente”
La cultura de mejora continua es el objetivo principal de la metodología LEAN, por lo que no es de extrañar que adoptar su metodología o incluso algunos de sus preceptos puede marcar una diferencia radical para el desempeño de tu equipo.
Te recomendamos poner especial atención a los siguientes 5 puntos, que además puedes integrar inmediatamente a los hábitos de trabajo de tu equipo para impulsar sus resultados:
Comprender que no hay nada que no se puede mejorar:
El primer gran paradigma que hay que romper es que aun cuando has integrado nuevos o modificado recién tus métodos de trabajo hacía unos mejores estos no están exentos de recibir un análisis exhaustivo para encontrar sus puntos de mejora.
Definir ciclos de trabajo
Uno de los aspectos fundamentales es tener claros los ciclos de trabajo de tu equipo: lo más común es relacionarlos con etapas de un proyecto o calendarizarlos mensualmente. Recuerda, entre más amplios sean estos periodos más tiempo tardarás en llegar a los momentos de análisis que te permitirán tomar medidas de acción ágiles.
Medir todo, absolutamente todo.
Aun cuando tus ciclos de trabajo sean cortos hay mucha información que debes recabar, siempre ten especial énfasis en que los datos que están directamente relacionados con los objetivos de tu equipo. Registra o documenta las actividades realizadas y sobre todo los resultados obtenidos, por más pequeños que sean.
Apertura a la experimentación
El segundo gran paradigma que debes desechar de tu liderazgo y la mentalidad de tu equipo es que “no hay tiempo o cabida para experimentar”, no hay manera de saber si existen métodos más eficientes de hacer tu trabajo si simplemente repites lo que ya conoces. Recuerda que los vicios se vuelven invisibles ante la rutina.
“Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes” – Albert Einstein
Da oportunidad a tus equipos de explorar su creatividad en la resolución de conflictos, podrían sorprenderte.
Momentos de análisis
Aquí radica la importancia de una medición constante y del seguimiento puntual de tus actividades: lo que has hecho con constancia y los experimentos que integraste.
Poner sobre la mesa todas las acciones realizadas y sus consecuentes métricas para identificar que funcionó y que no. Impulsar lo que te brindó resultados y desechar inmediatamente las que solo están gastando los valiosos esfuerzos de tu equipo y tuyos para el inicio del siguiente ciclo de trabajo.
En la actualidad y principalmente propiciado por la velocidad del avance de nuevas tecnologías, el tiempo de respuesta de los equipos se ha visto forzado a disminuir y adaptarse constantemente a las nuevas innovaciones que se le presentan o que la competencia impulsa, por lo que adoptar una cultura que busque al mismo ritmo la innovación y la mejora es fundamental.
Compártenos en nuestras redes, ¿Tu equipo ya trabaja con alguna de estas técnicas inteligentes? ¿Cómo les ha ido?